
Carles Puigdemont, Jordi Turull, Albert Batet, Josep Rius y Míriam Nogueras
Lío en Junts con los ocho diputados que 'necesitan mejorar' su catalán: "El problema no se resuelve con dos clases"
Un total de 14 independentistas, más cinco miembros del PSC, uno de PP y otro de los Comuns, se han inscrito a las tutorías personalizadas que ofrece el Parlament para evaluar y corregir la calidad de sus intervenciones: "El nivel ha bajado mucho en las últimas legislaturas"
El grupo posconvergente se debate entre esconder quiénes son estos parlamentarios, celebrar el "éxito" de la iniciativa, y denunciar que un partido como el de Carles Puigdemont debería ser plenamente solvente en catalán; mientras una exdiputada de la formación asegura que "es todo postureo"
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El equipo de lingüistas del Parlament de Cataluña, hasta la fecha dedicado principalmente al correcto redactado de leyes, decretos y comunicados, ya incorpora a sus funciones el servicio gratuito de clases particulares de catalán para los diputados que lo hayan solicitado. Se trata de una propuesta de la Mesa, aprobada de unas semanas a esta parte, que ahora echa a rodar: hasta 21 parlamentarios, 14 de ellos miembros de formaciones independentistas, se han inscrito a estas tutorías personalizadas.
Ocho de los que 'necesitan mejorar' su dominio del idioma, paradójicamente, son de Junts. Mientras desde el grupo parlamentario esconden quiénes son estos diputados, el independentismo en su conjunto celebra el éxito de la iniciativa en base al compromiso de sus representantes con el catalán y su uso correcto del mismo en sede parlamentaria. Un sector de los posconvergentes, no obstante, lamenta que algunos de sus compañeros "no vengan aprendidos de casa". La polémica está servida.
El objetivo de la propuesta: mejorar la calidad lingüística
"El objetivo de esta iniciativa es mejorar la calidad de las intervenciones que se llevan a cabo en catalán", apunta la vicepresidenta de la Mesa Raquel Sans. Es una de las dos diputadas de ERC, junto a Montse Bergés, inscritas a estas clases. No tiene reparo en admitirlo: "Siempre hay margen para mejorar, todos podemos contribuir a promover y normalizar un uso correcto del catalán, también desde el Parlament", asegura la parlamentaria republicana a Crónica Global.
La dinámica de las clases se basa en el análisis personalizado, pues "los lingüistas estudian las intervenciones de los diputados y buscan detectar manías, repeticiones y errores y proponer mejoras en cuanto a la entonación o la pronunciación, que se van revisando en las distintas sesiones", explica Sans. "Leer los discursos también es un aspecto a mejorar, y por desgracia una práctica habitual, que se trata de trabajar en las clases", apunta otro diputado.
Las sesiones, de alrededor de una hora, "son muy profesionales", añade Pilar Castillejo, diputada de la CUP. Los cuatro miembros de la formación anticapitalista, inscritos a estas clases, son, de hecho, habituales en este tipo de iniciativas que el Parlament promueve, como el curso para aprender nociones básicas de aranés impulsado en la pasada legislatura. También es una práctica habitual, explican desde la Cámara, en otros parlamentos como el de Flandes, Gales o Québec.
"Ha bajado mucho el nivel en las últimas legislaturas"
Junts es el grupo con más diputados inscritos a estas clases de catalán. Una noticia que ha generado indignación en un sector de la formación, especialmente entre algunos de los diputados más veteranos, que no tuvieron más remedio que cursar sus estudios en castellano. "Ha bajado mucho el nivel en las últimas legislaturas", explica uno de ellos, "hay muchas formas de colaborar en un partido político, pero el parlamentarismo exige una excelente expresión".
Varios diputados constitucionalistas coinciden en que "algunos independentistas que pretenden imponer el catalán como lengua única lo hablan de pena" y, "sin que sirva de precedente", los citados miembros de Junts no pueden sino darles la razón. Las propias redes sociales se han hecho eco de un uso de la lengua que, desde el atril, deja mucho que desear. La diputada Anna Navarro, número dos en la lista de Puigdemont, fue señalada por decir "botella" y no "ampolla", sin ir más lejos, el pasado jueves.
"No creo que sea una de las personas apuntadas a las clases", asegura un compañero de bancada de la empresaria, que vivió varias décadas en Estados Unidos. "Es un servicio individualizado y personal que se gestiona cada diputado", añaden miembros del grupo posconvergente. Y fuentes del Parlament confirman que, tras las informaciones publicadas por RAC1 y la ACN en este sentido, desde Junts prefieren que prime el secretismo respecto a qué representantes públicos 'necesitan mejorar' su catalán.
"Para optar a ejercer profesiones dependientes de la Generalitat, desde policías hasta profesionales sanitarios, es imprescindible acreditar un alto nivel del idioma", añade un diputado constitucionalista, invitando a la reflexión.
La teoría del "postureo"
Una de las parlamentarias de Junts que sí ha optado por estas tutorías, según ha podido saber este diario, es Mònica Sales, portavoz del partido y doctora en Filología Catalana. "Evidentemente no es una de las que necesitan tomar estas clases", añade otro miembro de su grupo parlamentario, "como tampoco lo es Carme Renedo", otra de las diputadas inscritas. En este caso, se trata de una licenciada en Filosofía y Letras y subdirectora general de las Bibliotecas de la Generalitat entre 2007 y 2010.
Según una exdiputada de Junts, "es probable que muchos se hayan apuntado para engordar las cifras y que parezca que la iniciativa ha sido un éxito, sobre todo teniendo en cuenta que la iniciativa viene de la Mesa que preside (el posconvergente) Josep Rull". "Hay mucho postureo en el Parlament", añade quien representara a la formación por la demarcación de Lleida en la pasada legislatura.
El hecho de que el único miembro de Junts que ha hablado públicamente sobre su participación en estas clases sea David Saldoni, que el pasado sábado anunció que deja la política, podría sostener esta teoría del "postureo". Pese a que Saldoni declaró que su primera y única clase fue "muy provechosa", las fuentes consultadas admiten que ni el ya expolítico, ni Sales, ni Renedo "parecen tener dificultades para expresarse en catalán correctamente, como sí tienen otros". "Es bastante curioso", concluyen.
"Es una cuestión de compromiso con la lengua"
Además de los 14 diputados independentistas, donde también destacan nombres como Laia Estrada, jefa de filas de la CUP, o Ennatu Domingo, también de Junts, otros siete que no lo son también se han inscrito a las clases particulares que la Cámara ofrece a los parlamentarios por primera vez en su historia. Según Andrés García Berrio, diputado de los Comuns nacido en Burgos, "es una cuestión de compromiso con la lengua, de querer aprenderla lo mejor posible y de hacer un esfuerzo".
Su valoración de las clases es "muy positiva", una impresión que también comparte Christian Soriano, del PSC, añadiendo que es "muy provechoso especialmente en relación al lenguaje parlamentario". Es su primera legislatura en el hemiciclo catalán, circunstancia también aplicable a Montse Berenguer, diputada del PP.
Pese a que su partido votó en contra de esta iniciativa, alegando que no la apoyarían si no se impulsaban también tutorías para los diputados que se expresan habitualmente en castellano, esta representante de los populares por Lleida también ha optado por inscribirse a estas clases de catalán.
Ningún diputado de Vox ni de Aliança Catalana, por otra parte, ha mostrado interés en las mismas.