
A Puigdemont se le atraganta el candidato a la alcaldía de Barcelona
A Puigdemont se le atraganta el candidato a la alcaldía de Barcelona
Junts se comprometió a anunciar en Semana Santa su cabeza de lista para las municipales de 2027, pero no tiene clara su apuesta tras el rechazo del 'exconseller' Joaquim Forn
JxC duda del potencial de Jordi Martí y Josep Rius, y baraja nombres como Damià Calvet o Jaume Giró, la apuesta de las élites empresariales, mientras descarta la autopropuesta de Argimon
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Waterloo iba a decidir su candidato a la alcaldía de Barcelona en Semana Santa, pero estamos en junio y Junts sigue sin una figura que pueda competir con Jaume Collboni en las elecciones municipales que se celebran en menos de dos años. La decisión se le ha atragantado a Puigdemont, que no ha conseguido convencer al favorito en las encuestas internas, Joaquim Forn, para volver a la primera línea política; y tampoco confía del todo en los actuales concejales, tras la marcha de Xavier Trias del consistorio, pese a que Damià Calvet se ha sumado a Josep Rius y Jordi Martí como posibles alcaldables.
Entre otros nombres que han sonado para la plaza –que el partido considera "importantísima" tras la última victoria en la ciudad y el posterior y "doloroso" pacto entre PSC, PP y Comuns para desbancar al líder más votado– también han figurado el expresidente de la Generalitat Artur Mas y el exconseller de Salut Josep Maria Argimon. Otro de ellos, respaldado por importantes sectores empresariales y comerciales de la capital catalana, es el exconseller de Economía Jaume Giró; que ya fue sondeado en 2022 y no vería con malos ojos la propuesta.
Joaquim Forn rechaza volver a la primera línea
Tras una dilatada carrera en el ayuntamiento de la mano de Convergència i Unió, siendo primer teniente de alcalde entre 2011 y 2015, Forn dio el salto al Govern de Puigdemont como conseller de Interior en 2017, estando en el cargo durante los atentados de La Rambla y Cambrils y el referéndum del 1-O, por el que fue cesado en aplicación del artículo 155 de la Constitución poco después. Fue el que peor lo pasó en prisión, y tras el indulto se ha limitado a apoyar a Junts asistiendo a actos y poco más.
En las encuestas internas que se han hecho en el seno del partido, que no son vinculantes, Forn aparece como el candidato idóneo para una mayoría de la cúpula. Han intentado convencerle para que vuelva a ser cabeza de lista como lo fue, todavía preso, en 2019; pero ha rechazado totalmente la opción. "No quiere saber nada", apuntan fuentes de la formación, añadiendo que está cómodo con su papel de asesor en Mediapro, con un buen contrato firmado con Jaume Roures y renovado por Tatxo Benet.
Argimon y Mas tampoco son una opción
El exconseller de Salud Josep Maria Argimon es otro de los nombres que salieron reforzados de los sondeos internos. Según apuntan fuentes de la ejecutiva, el médico y epidemiólogo barcelonés, encantado con el apoyo, habría ido a Bélgica a comentarle a Puigdemont que estaría dispuesto a ser candidato en las próximas elecciones municipales. Se produjo una reunión en la que el líder del partido escuchó la propuesta sin dar respuesta alguna, dando éste por hecho que no entra en los planes de Waterloo y quedando la opción, así pues, descartada.
El nombre del expresidente de la Generalitat Artur Mas, por su parte, también ha sido recurrente en algunas sobremesas. La realidad, en su caso, es que ni ha habido propuesta por parte de la dirección del partido, del que ni siquiera es militante. La relación entre Puigdemont y quien le propuso como presidente de la Generalitat tampoco es la mejor en estos momentos; y Mas no tiene intención de dejar su cómoda posición de expresident pese a que un sector de Junts apuesta por reeditar la operación Trias con una figura consolidada en el universo convergente.
Josep Rius, Damià Calvet y Jordi Martí, las opciones dentro del grupo
Tras la marcha de Trias, que apenas estuvo un año en la oposición, Jordi Martí asumió la presidencia del grupo municipal. Se trata de un abogado con casi 15 años de experiencia en el ayuntamiento, primero en CiU –fue secretario de organización de CDC en Barcelona– y luego en Junts, pero carece del tirón mediático necesario para ganar unas elecciones. Eso, al menos, sospechan desde el partido; extendiendo la crítica al conjunto de sus compañeros en el consistorio, incluidos los exconsellers Damià Calvet y Victòria Alsina, y Josep Rius, vicepresidente de la formación.
Este último, también portavoz de Junts y diputado en el Parlament, basa sus opciones de ser cabeza de cartel en su cercanía personal con Puigdemont. Fue su jefe de gabinete, y mantienen una "relación de confianza" basada en una pleitesía al líder ligeramente superior a otros pesos pesados de la formación, lo que sin duda es un punto a favor para Rius. Pese a su promoción interna en los últimos años y ser la cara visible de las ejecutivas, comparte hándicap con Martí: no es un líder conocido, ni en los barrios populares ni en los restaurantes de moda. Es una de las opciones, en cualquier caso, si lo que pretende Waterloo es un grupo municipal manejable.
Calvet, exconseller de Territorio y expresidente del Puerto de Barcelona, sería la tercera opción si no se pretende buscar alternativas fuera del grupo municipal. Se trata de una figura que ha ido perdiendo presencia pública en los últimos tiempos, pero mantiene una estrecha amistad con el presidente del Parlament, Josep Rull, y Waterloo podría tenerle en cuenta como una opción.
Jaume Giró, el preferido por la élite empresarial
"Si Junts aspira a volver a ganar las elecciones en Barcelona, tiene que buscar un candidato similar a Trias", comparte un reconocido empresario. No es el único que apunta al exconseller de Economía Jaume Giró como un perfil con estas características: experimentado tanto en el ámbito de la gestión como en el de la negociación –ha sido directivo durante más de 30 años–, bien relacionado entre los sectores comerciales de la ciudad y con un "talante centrado". Es, además, un personaje conocido, es diputado en el Parlament y ya sonó en los últimos comicios.
"Unas elecciones trascendentales"
Junts pierde terreno en las encuestas, y el crecimiento de Aliança Catalana no es la única causa de este "preocupante" retroceso en intención de voto. Si no ocurre ningún contratiempo en el Congreso de los Diputados –a todo esto, más agitado que nunca– las elecciones municipales de 2027 serán el próximo examen electoral de un partido cuya máxima cuota de poder en Cataluña pasa por el Ayuntamiento de Sant Cugat. "Son unas elecciones trascendentales", apuntan desde dentro, con el sueño de "recuperar" la capital catalana como paso previo a hacer lo propio en la Generalitat.
Hay un consenso básico respecto a que debe apostarse por un candidato, todavía con margen para la debida promoción, con potencial para ganar. Si no se ha decidido todavía es porque Puigdemont no lo tiene claro, pero el tiempo corre en contra de Junts. El líder lo está meditando y no debería tardar mucho más en publicitar su apuesta, que como siempre será personal. Los no elegidos, a priori, no molestarán de cara a las primarias. Y entonces, ya, empezará la campaña.