
Imagen de la última junta de accionistas de Aena/ EP
Aena invertirá más en ampliar El Prat que en el conjunto de España en cinco años
El gestor aeroportuario se encuentra en la última fase del actual periodo regulatorio (2022-2026), en el que la infraestructura barcelonesa contaba con un papel secundario, ante la falta de un proyecto firme
Más información: La ampliación del aeropuerto de El Prat costará más de 3.000 millones
El acuerdo a tres bandas entre la Generalitat de Cataluña, el Gobierno central y Aena para afrontar la ampliación del aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat supone un punto de inflexión en la reciente historia socioeconómica del territorio. Desde luego, lo es desde el punto de vista del volumen de inversión, que supera los 3.200 millones de euros.
Lo inédito de la cifra por su altura cobra aún más valor si se tiene en cuenta que supera por sí sola al montante total del plan estratégico de Aena a cinco años, que actualmente aun desarrolla. El programa, que coincide en su desarrollo con el periodo regulatorio en curso (2022-2026, en paralelo con el DORA II), prevé inversiones en torno a los 3.000 millones de euros en toda la red de aeropuertos que gestiona en España, los de titularidad pública.
Un volumen que Aena está ejecutando según lo previsto y que no fue revisado en la actualización del plan que el consejo de administración de la compañía aprobó el pasado año. Se trataba entonces de revisar al alza algunos de los objetivos del plan y adelantar otros, como fue el caso de las previsiones de las cifras de pasajeros.
No obstante, el gestor aeroportuario ya estimaba en la revisión del plan que las cifras de inversión que se contemplarían con vistas al próximo periodo regulatorio (2027-2031) multiplicarían por más de dos las reflejadas en los dos programas precedentes.

Maurici Lucena, presidente y consejero delegado de Aena, en un acto corporativo
Sin embargo, por entonces aún no había visos de que la ansiada ampliación del aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat pudiera llevarse a cabo.
Dos años antes, la propuesta de Aena, impulsada especialmente por su presidente, Maurici Lucena, no salió adelante al no contar con el apoyo de las Administraciones Públicas locales y regionales.
Por entonces, la inversión prevista por Aena se iba por encima de los 1.700 millones de euros. Tras el fuerte impacto causado por la pandemia del Covid-19 en el segmento de la aviación comercial, la compañía exploró una última oportunidad de incorporar el proyecto al marco regulatorio que estaba próximo a ver la luz (esto es, el DORA II, actualmente en vigor).
Bloqueo político
La falta de acuerdo y de compromiso de la Generalitat y del Ayuntamiento de Barcelona, liderados entonces por Pere Aragonès y Ada Colau, respectivamente, dejó al aeropuerto de El Prat en un segundo plano dentro del plan de Aena.
Por entonces, tanto Aena como el entorno empresarial y socioeconómico de Cataluña hablaron de “una gran oportunidad perdida” y se lamentaron del tiempo que tendría que pasar hasta que surgiera una nueva ocasión.
Pero ahora, sí se ha aprovechado. Los trabajos para confeccionar el nuevo DORA se pondrán en marcha en breve y era éste el momento adecuado para plantear de nuevo la operación. El tiempo perdido, la trascendencia del proyecto y las necesidades para ejecutarlo han dado como resultado una cifra de inversión que trasciende incluso la de la totalidad del plan vigente en la actualidad.
La mayor parte del programa de ampliación constituirán el grueso del DORA III, que ya se estimaba que batiera records de inversión. El proyecto contempla, entre otros elementos, la prolongación de una de las pistas, en favor de una mayor conectividad con rutas de largo radio, especialmente del Sudeste Asiático.

Un avión despegando en el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat
El incremento del tráfico aéreo que se generará hace también necesario construir un nueva terminal satélite; además, también se remozarán las actualmente existentes T1 y T2.
Precisamente, las actuaciones en torno a la T1 ya forman parte del actual programa de inversión y se incluyen en el montante total de los 3.200 millones de la ampliación. Se trata de una reconfiguración del edificio con vistas a mejorar la experiencia de cliente y adecuar la instalación a los nuevos filtros de seguridad.