Espanyol y Athletic dificultan el mercado de fichajes del Barça: solo la cláusula de rescisión

El FC Barcelona ya ha ordenado la transferencia de 25 millones de euros para abonar la cláusula de rescisión de Joan García, como confirmó Culemanía, el viernes 13 de junio. La entidad que preside Joan Laporta no ha negociado con el RCD Espanyol, sino que ha convencido directamente al guardameta. La gran revelación de la Liga bajo palos ha resistido las mareantes ofertas de gigantes de la Premier League como el Manchester City y el Athletic Club.

El club perico no ha puesto ninguna facilidad para hacer realidad el traspaso. Como tampoco dará su brazo a torcer el Athletic Club. El posible fichaje de Nico Williams cobra más fuerza desde la reciente reunión de su representante, Félix Tainta, con el director del área de fútbol del Barça, Deco. Las tensiones del club barcelonista con los leones y los pericos han escalado en los últimos años hasta alcanzar el punto álgido en el tramo final de la Liga 2024-25. Ninguno se prestará a negociar, porque tampoco quieren vender a sus mejores activos: cláusula a tocateja o no hay trato. Sumados los 58 millones por el extremo, habría que desembolsar un total de 83 kilos.

Los alirones en Cornellà

Las dos últimas temporadas del Espanyol en Primera División han terminado en una explosión de alegría culé en el Estadi Cornellà-El Prat. Primero, con la celebración de la Liga del Barça que entrenaba Xavi Hernández en 2023 (2-4). Las estrellas azulgranas festejaron el alirón con una rotllana en el círculo central, hasta que centenares de ultras blanquiazules saltaron al césped para descargar sus hostilidades contra el recién proclamado campeón. No es casualidad que el club perico presionara a Joan García para que se marchara a la Premier League, pues la estampa de su canterano vestido de azulgrana les genera repulsión.

Un desenlace liguero similar este 2025, en el derbi catalán que brindó la Liga a los hombres de Hansi Flick (0-2). Esta ocasión, sin invasión de campo y una celebración más comedida sobre el terreno de juego. Se trata de una rivalidad degenerada en enemistad entre aficiones. En los prolegómenos del duelo, una vecina de Cornellà atropelló a numerosos hinchas blanquiazules y causó la ira de la grada perica. Centenares de aficionados abandonaron sus asientos en protesta contra la celebración del partido tras la desgracia, al grito de "asesinos". En el plano institucional, la propiedad espanyolista, personificada en el empresario chino Chen Yansheng, se halla más desarraigada con el sentimiento perico.

El pique con Piqué

El pique entre aficiones se ha recrudecido en la última década, a raíz de las controvertidas declaraciones de Gerard Piqué, recibidas como una provocación por parte de la hinchada perica. En enero de 2018, después de que el Barça se llevara los cuartos de final de la Copa del Rey en una eliminatoria tensa (2-1 en el global), el central barcelonés se refirió al "Espanyol de Cornellà" de forma despectiva. Un mes más tarde, el defensor marcó el gol del empate en un encuentro de Liga y mandó callar a la grada (1-1). Los hooligans espanyolistas vertían cánticos ofensivos contra el noi de la Bonanova como "Piqué, payaso, tu hijo es de Wakaso", o "Shakira es una puta".

Gerard Piqué manda callar a la afición del RCD Espanyol tras marcar gol en un derbi catalán REDES

Recientemente, tras cantar el alirón azulgrana, el técnico blanquiazul, Manolo González, acusó a Lamine Yamal de teatro por una agresión de Leandro Cabrera que provocó la expulsión del central: "Es un golpe que para caer al suelo así, lo tienes que hacer bien, ¿eh? Ya sabemos que en el otro lado de la Diagonal el tema del teatro lo llevan bastante bien desde hace años. Los soplas y caen rápido". Piqué no tardó en replicar con un tuit incendiario: "¿El otro lado de la Diagonal? Perdona, pero hace años que os fuisteis de la ciudad. Barcelona es blaugrana. Un fuerte abrazo".

Lluvia de billetes en San Mamés

En cuanto al Athletic, las hostilidades se han disparado en el último trienio, desde el estallido del caso Negreira en 2023. Por aquel entonces, la afición bilbaína organizó una protesta con una lluvia de billetes durante un partido ante el Barça. También entonaron cánticos del estilo "que cante Negreira", o "a Segunda, oe". El presidente del club vasco también tomó la palabra, poniendo en duda la inocencia de sus homólogos azulgranas: "Queremos que se investigue esto a fondo y, en caso de confirmarse los hechos, apostamos de una forma tajante por erradicar este tipo de acciones del fútbol".

La lluvia de billetes de San Mamés contra el Barça en 2023 EFE

En 2024, el flirteo del Barça con Nico Williams tras la Eurocopa se sintió como una infidelidad en el seno del Athletic. En este caso, el distanciamiento entre aficiones se extiende a las directivas. La lluvia de informaciones que daban por sentado que el buque insignia de los leones vestiría de azulgrana molestó especialmente en la capital vasca.

Cruces de declaraciones

Uriarte volvió al ataque cuando se conoció que el Consejo Superior de Deportes concedería la cautelarísima para que Dani Olmo disputara la Supercopa: "Es alucinante y esperpéntico. A los clubes se les pide todo tipo de esfuerzos y después nos encontramos con estas situaciones que no son buenas para el fútbol español. (...) Existen unas normas que son las mismas para todos y se tienen que cumplir".

Rafa Yuste, el presidente del Barça, Joan Laporta, y su homólogo del Athletic Club, Jon Uriarte, en el palco de San Mamés EFE

Enric Masip, asesor presidencial y amigo íntimo de Joan Laporta, cargó contra la plana mayor del Athletic tras cerrar la Liga 2024-25 en San Mamés, sin felicitación de Uriarte a Jan hasta la conclusión del partido: "Solo te diré que hoy muy decepcionado con la afición del Bilbao. Por la silbada en el pasillo y por no felicitar al presidente, que creo que nos lo merecemos por la Liga que hemos hecho. Lo he encontrado muy feo, la verdad es que no nos lo merecemos".

Pesca en San Mamés

El cruce de declaraciones no quedó ahí, Uriarte dio su versión de los hechos y acusó a Laporta de presentarse tarde al encuentro, demora que propició el desplante posterior. Además, achacó la tensión creciente al fichaje de Iñigo Martínez en 2023 y a los intentos de llevarse a Nico: "Ficharon al jugador con mayor valor de la plantilla --Iñigo-- esa temporada, que se fue libre, y el último verano ha habido rumores continuos poniendo la camiseta del rival a un jugador tuyo. La consecuencia de todo eso es lo que se vio en San Mamés.

Si el Barça pretende volver a pescar en tierras bilbaínas, tendrá que rascarse el bolsillo. La directiva de los leones solo pondrá trabas y se remite a la cláusula de rescisión de Nico Williams: 58 millones de euros. Junto a los 25 millones por Joan García, la entidad barcelonista tendría que abonar un total de 83 kilos. Sin conversación posible, no hay otro modo de desencallar los refuerzos que desembolsar el dinero a tocateja.