
Fotomontaje de Salvador Illa, Oriol Junqueras y Jéssica Albiach
La mayoría progresista del Parlament, "preparada" para negociar los presupuestos de 2026
La Cámara catalana ha convalidado este miércoles el tercer y último suplemento de crédito con el apoyo de PSC, ERC y Comuns, que celebran el compromiso del Govern con los acuerdos de investidura y se emplazan a trabajar en las cuentas del próximo ejercicio
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El Parlament ha convalidado este miércoles el tercer y último suplemento de crédito con los votos de PSC, ERC y Comuns, asegurando la inyección de 4.000 millones de euros con que el Govern complementará los presupuestos prorrogados hasta que se aprueben unas nuevas cuentas.
No es la prioridad más urgente del Ejecutivo –con varios melones pendientes antes de verano–, pero sí es la más importante: si no hay presupuestos en 2026, la legislatura puede terminar antes de lo previsto; y es un escenario que ninguno de los socios desea, pese a las buena perspectiva electoral de Illa en las encuestas.
"Lo ideal sería que el proyecto estuviera listo a principios de octubre", explican fuentes próximas del Ejecutivo. Para que las cuentas entren en vigor reglamentariamente el 1 de enero deben ser votadas en el Parlament, a mucho tardar, en noviembre. Hay margen, pero desde la Consejería de Economía que lidera Alícia Romero se pondrán manos a la obra en cuanto se presente el nuevo modelo de financiación catalán, que están terminando de negociar con María Jesús Montero y que se presentará este mismo mes, todavía con dudas sobre el alcance de la pretendida singularidad.
El concierto económico, "en dos semanas"
De acuerdo con lo pactado entre ERC y PSC antes de la investidura, el concierto económico catalán debe presentarse antes del 30 de junio. Estará listo la semana del 23. Las negociaciones llevan meses en marcha, supervisadas tanto por Illa como por Pedro Sánchez con la meticulosidad imprescindible para cumplir con los republicanos y, a la vez, no enfurecer en exceso al resto de autonomías, que en su mayoría –también algunas gobernadas por el PSOE, como Castilla-La Mancha– se han opuesto la iniciativa.
Desde el Govern mantienen que la nueva fórmula seguirá teniendo en cuenta la solidaridad territorial, y añaden que "será incluso positivo para el resto de regiones". Eso está por ver, igual que el contenido del acuerdo que presentarán Gobierno y Govern de forma conjunta y sobre el que ni siquiera se sabe si primarán las declaraciones de intenciones o si habrá concreciones detalladas, más allá de la Agencia Tributaria Catalana, ya en marcha, o la recaudación íntegra del IRPF del próximo curso. El caso es que será una realidad con la que ERC dará por cumplido el acuerdo.
La mayoría progresista, "preparada" para negociar
Entre la prioridad que ha dado el nuevo Govern a la agenda progresista, y la sintonía alcanzada entre el Ejecutivo y los socios que respaldan la mayoría de izquierdas en el Parlament, parece poco probable que eventualmente no se alcance un acuerdo presupuestario. Las partes están decididas a sentarse a negociar en cuanto la consellera mande; y las dinámicas de trabajo empleadas para con los distintos suplementos de crédito han sido "satisfactorias", según fuentes de ERC y Comuns.
La portavoz del Ejecutivo, Sílvia Paneque, quiso ser prudente en la rueda de prensa posterior al Consell Executiu de ayer martes: "Paso a paso". Primero, la "financiación singular", y mientras, siguen pendientes de evolución carpetas como el traspaso de Rodalies, la ampliación del aeropuerto de El Prat o la agenda internacional del president, que tras su viaje a Corea del Sur y Japón visitará China el próximo mes de julio. Nada que impida, paralelamente, sentarse con ERC y Comuns para "empezar a hablar". Están "preparados".