
Empaquetados genéricos de tabaco ASH WALES
El 21% de la población catalana fumaba en 2024: "Los cigarros electrónicos son un caballo de Troya"
Salud alerta de los nuevos productos que impulsa la industria tabaquera, como los vapeadores u otros sucedáneos, ante una adicción que provoca unas 2.000 muertes anuales
Más contenido: El consumo de tabaco ilícito crece un 5,2% en España, aunque descienden las falsificaciones
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La prevalencia del tabaco ha disminuido en las dos últimas décadas gracias a las restricciones normativas y las campañas de concienciación, no obstante, un 21,4% de la población en Cataluña seguía fumando en 2024. Un dato que, a pesar de ser positivo, muestra que el ritmo para dejarlo es bajo y supone un "motivo de preocupación para la salud pública", ha dicho Josep Maria Suelves, jefe del Servicio de Prevención y Control del Tabaquismo de la Agencia de Salud Pública de Cataluña.
Con motivo de la XXVI Semana sin Humo, las autoridades sanitarias han presentado la Encuesta de Salud de Cataluña este lunes. El informe muestra que no hay cambios significativos desde el 2017. Del 21,4% de la población de 15 años en adelante, un 26,1% eran hombres y un 16,8% mujeres, y el grupo de edad más afectado se situaba entre los 45 y 64 años, seguido por los jóvenes de entre 15 y 44 años, y, en menor medida, por la franja de 65 a 74 años.
En Cataluña, hay unas 2.000 muertes anuales provocadas por este fenómeno, ha apuntado Suelves. Además, hay un 7,8% de las personas no fumadoras en los hogares —un 8,2% en hombres y un 7,5% de las mujeres—, en comparación con el 18,1% de 2010. En este sentido, el 6,4% de los menores de cero a 14 años están expuestos al humo en sus domicilios, una gran mejora con respecto a 2010, cuando era del 22,9%.
Los cigarros electrónicos, un caballo de Troya
Por otra parte, el factor socioeconómico está presente a la hora de dejar de fumar, ya que la prevalencia disminuye conforme se aumenta la clase social, ha añadido Suelves. Además, en la actualidad hay una amenaza acuciante que, ha señalado, echa atrás el trabajo hecho hasta la fecha: "Los cigarros electrónicos son un caballo de Troya que enseñan a fumar y a engancharse a la nicotina entre los más jóvenes".
En concreto, un 1,3% de la población catalana usaba cigarros electrónicos en 2024, lo que es más frecuente entre los hombres, con un 1,7%, que en las mujeres, 0,9%. No obstante, se concentra en edades más jóvenes y critica que la industria del tabaco "favorece productos más atractivos con nitocina que tienen un impacto muy negativo para la población".
Es más, el 60% de las personas que utilizan cigarrillos electrónicos siguen fumando tabaco al mismo tiempo. En cuanto a aquellas personas que han fumado habitualmente, un 51% lo había dejado el año pasado y, en este caso, tanto la edad como la clase social influyen, ya que se hace a medida que avanzan los años y con mejor posición económica.
Programa de atención farmacológica
Para ello, el sistema de salud catalán ha habilitado desde el 2020 un programa de tratamiento farmacológico para dejar de fumar, en el que se han atendido a un total de 290.895 personas desde su inicio. En 2024, la cifra fue de 77.285 pacientes, de los que un 51,4% eran hombres y un 48,6% mujeres, y la mayor prevalencia era en el grupo de 45 a 64 años.
Para acceder a este tratamiento, que solo se realiza una vez al año, es necesario ser mayor de 18 años, tener motivación para alcanzar los objetivos y que se justifique la dependencia para introducir los medicamentos, que se prescriben en un lapso de entre 25 días y tres meses. De las personas atendidas, un 11,7% estaban exentos de copago y un 45,5% de los pacientes tenían ingresos anuales inferiores a los 18.000 euros.

El jefe del Servicio de Prevención y Control del Tabaquismo de la Agencia de Salud Pública de Cataluña, Josep Maria Suelves, el secretario de Salud Pública, Esteve Fernández, la jefa de Prevención de Cáncer del Instituto de Oncología, Cristina Martínez, y el gerente de la Fundación de Atención Primaria, Joan Lozano.
La mayoría, a favor de prohibir el humo en las terrazas
En el marco de la celebración del Día Mundial sin Tabaco, el 31 de mayo, Joan Lozano, gerente de la Fundación de Atención Primaria (FAP) y coordinador del Grupo de Atención Primaria de Abordaje del Tabaquismo de la Camfic, ha presentado la campaña que promueve la organización de la Semana, bajo el título Que la salud sea tu premio.
En la encuesta han participado 2.832 personas, de las que se destaca que un 76,4% prohibirían fumar en las terrazas de los negocios de restauración. Al respecto, Lozano ha aprovechado para comentar que el gremio hostelero "tiene una gran oportunidad para liderar los espacios para proteger la salud de los trabajadores y de los clientes".
La publicidad, culpable
La consulta notifica que hay una mayor exposición al tabaco en estas terrazas, seguido por las colas para entrar a los locales, también, en actividades al aire libre, paradas de autobús, en los accesos a los centros educativos, así como en el coche y en las casas.
De los encuestados, un 94,5% era consciente del perjuicio que provoca al medioambiente, mientras que un 88,5% está de acuerdo en ampliar la regulación y también proponía aumentar los precios para ponerle freno. "Fumar es una enfermedad crónica que se transmite a través de la publicidad", ha achacado Lozano.
El poder de la industria comercial, presente en todas las áreas del día a día, es un motor para atraer a la población más joven hacia esta adicción, ha mantenido. Un atractivo que se intenta contrarrestar mediante las campañas divulgativas, como ha expresado Esteve Fernández Muñoz durante su intervención.
Campañas de concienciación
El secretario de Salud Pública de la Conselleria ha adelantado que su departamento prepara una campaña mediática que se lanzará a finales de 2025 segmentada en diferentes grupos de población con el objetivo de prevenir el consumo de tabaco y productos con nicotina en la población juvenil, además de seguir avanzando "en la desnormalización" del consumo.
"Los usuarios de cigarros electrónicos son personas consolidadas en el consumo de tabaco", ha aseverado. Teniendo en cuenta que la cantidad de nicotina y monóxido de carbono es mayor en este tipo de filtros, ha advertido que el uso de los vapeadores o las shishas como forma de socialización entre los jóvenes es una amenaza para salud, tal y como ha detectado la Organización Mundial de la Salud.