La ciudad de Francia a la que solo puedes volar desde Barcelona si vives en España, Poitiers

La ciudad de Francia a la que solo puedes volar desde Barcelona si vives en España, Poitiers CANVA

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La ciudad de Francia a la que solo puedes volar desde Barcelona si vives en España: fiesta, cultura y un parque de atracciones del futuro

Este municipio de 90.000 metros cuadrados guarda una gran cantidad de leyendas, entre ellas una parecida a la de Sant Jordi

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Barcelona es una ciudad que recibe millones de turistas cada año. Es una de las que más visitantes acoge de todo el mundo, de allí la importancia de su aeropuerto.

Siempre pendiente de una posible ampliación, El Prat tiene rutas hacia y desde prácticamente todo el mundo. Tanto es así que tiene algunas completamente exclusivas.

Un ejemplo claro es la exclusiva ruta que le une con una de las ciudades francesas más jóvenes, internacionales y poco conocidas de Francia, Poitiers. De hecho, si se quiere viajar a ella desde España en avión sólo puede hacerse desde el aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat. 

Es cierto que hay otras vías de llegada. Los aeropuertos de Nantes, París y Burdeos son las alternativas más útiles para acercarse a esta localidad si uno no está cerca de Barcelona. Aunque después se ha de coger el tren.

Una ciudad especial

¿Qué tiene esa ciudad que la hace tan exclusiva? Para empezar, mucha cultura e historia, pero también mucha vida nocturna y entretenimiento. Eso y una cada vez mayor conciencia social.

Poitiers se encuentra en la región francesa de la Nueva Aquitania, una zona muy verde y de tradición agrícola que tratan de preservar. En un planeta cada vez más contaminado, la necesidad de conservar los trabajos del campo y los espacios verdes es crucial. 

Plaza de Poitiers

Plaza de Poitiers JOAN COLÁS

Aeropuerto conectado con Barcelona

Es por eso que, a pesar de tener un aeropuerto y de que cada vez llegan más turistas, por el momento, no tienen intención de ampliar su aeródromo. Es más, no descartan borrarlo del mapa y que los accesos sean en tren, mucho más sostenible.

Pero hasta que eso no pase, uno puede acercarse allí desde Barcelona en avión y disfrutar de una de las ciudades más jóvenes de Francia. Uno de cada dos habitantes de Poitiers es joven. La razón, en una Europa con una pirámide poblacional invertida, es que esta es una ciudad universitaria.

Estudiantes y fiesta

Miles de estudiantes llegan cada año a este rincón de Francia de 90.000 habitantes a realizar sus estudios y a disfrutar de una ciudad que le ofrecen una vida muy difícil llevar en otras ciudades francesas. Para empezar, Poitiers tiene todo el centro peatonalizado, lo que permite moverse con total libertad y tranquilidad.

Es en este centro histórico donde están las principales tiendas y bares. Y también clubs nocturnos. La vida de Poitiers se alarga hasta las 7 de la mañana con discotecas que parecen incrustadas en cuevas como La Grand'Goule.

Calle de Poitiers

Calle de Poitiers JOAN COLÁS

Una santa para los estudiantes

Esta discoteca, además, permite la opción a sus asistentes de redimir sus pecados al salir en la  Iglesia de Santa Radegunda, dedicada a la patrona de la ciudad. Construida entre los siglos XII y XIV, esta joya del románico guarda pinturas de la época que aún se pueden vislumbrar en sus columnas y una simpleza en su interior que permite disfrutar de su arquitectura.

También allí, se puede ver la tumba de la patrona, Santa Radegunda, una princesa turingia y reina franca que fundó el monasterio de la Santa Cruz en Poitiers y es venerada por su vida de caridad y humildad. Venerada y santificada casi a diario. El sarcófago, que se encuentra bajo el altar, esta elevado sobre tres pilares de piedras y, cuenta la leyenda, que si los estudiantes pasan tres veces por debajo formando un ocho, tienen asegurado sacarse la carrera.

Una monja que da la batalla

Esta es sólo una de las tantas leyendas que guarda la ciudad. La misma Radagunda protagoniza una que aún fascina a los habitantes y que tiene bastantes conexiones con la leyenda de Sant Jordi catalana.

Cuenta el relato del pueblo que en el río Claín que cruza la ciudad, había una bestia feroz, la Grand'Goule, que atemorizaba la ciudad. Lo que no esperaba este ser es que la monja Radagunda pudiera acabar con él. Una historia que da sentido a que haya una discoteca con el nombre de la bestia cerca de la iglesia de la patrona de la ciudad.

Iglesia de Notre-Dame la Grande de Poitiers

Iglesia de Notre-Dame la Grande de Poitiers JOAN COLÁS

Un Manneken-Pis, una Estatua de la Libertad y la herradura de una mula

Pero más allá de eso, hay muchas más historias, como la de la copia del Manneken-Pis que se esconde en una comisaria de esa ciudad, o la de la Estatua de la Libertad que se encuentra en una plaza donde se guillotinaban a los criminales. Eso sin contar con la historia de la herradura de una mula incrustada en una pared cercana a la plaza. 

Cuenta la leyenda que el pobre animal transportaba un carro de pólvora, pero su dueño paró en un bar de Poitiers a beber (una mala costumbre que tenía). La pobre burra empezó a cansar, sus patas se cansaban y empezó a rascar el suelo con ellas, con tan mala fortuna que del contacto de herradura con la pólvora que había caído al suelo, se produzco un chispazo que la hizo saltar por los aires. El trozo de hierro incrustado en el muro frente al bar es la prueba.

Patrimonio

Más allá de esta historia, esta ciudad tiene mucha más historia y patrimonio. Un claro ejemplo es la Iglesia de Notre-Dame la Grande, situada en la Place Charles de Gaulle.

Esta iglesia, también del siglo XII, es uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad. Su fachada es una obra maestra del románico poitevino, con escenas bíblicas que narran desde el pecado original hasta el nacimiento de Jesús. 

Catedral de San Pedro de Poitiers

Catedral de San Pedro de Poitiers JOAN COLÁS

Iglesia románica de colores

Lo peculiar de esta iglesia es, más allá de su exterior cargado de representaciones que la acercan al barroco es que, en su día, estaba pintada de colores, algo poco común en la época. Aunque lamentablemente ya no queda nada de esos colores.

El ayuntamiento, en cualquier caso, le ha puesto solución. Desde hace unos años, al caer la noche, en la iglesia hay un espectáculo de mapping que le devuelve el color al templo. Claro que hasta 2027, no se podrá ver, ya que el edificio está cerrado por restauración.

La catedral gótica

La Catedral de San Pedro es otro de los tesoros de Poitiers. Construida a partir de 1160 (también el siglo XII) por iniciativa de Leonor de Aquitania y Enrique II Plantagenet, esta catedral gótica alberga una de las colecciones de vidrieras más antiguas de Francia, incluyendo una impresionante Crucifixión del siglo XII donde aparece representada la monarca.

Nacida en Poitiers en 1122, Leonor de Aquitania fue una de las mujeres más poderosas y fascinantes de la Edad Media. Heredera del vasto ducado de Aquitania, fue reina consorte de Francia y luego de Inglaterra, y madre de diez hijos, incluyendo a Ricardo Corazón de León. 

Vitral de la Catedral de San Pedro de Poitiers

Vitral de la Catedral de San Pedro de Poitiers JOAN COLÁS

Leonor de Aquitania

Su influencia se extendió más allá de la política, siendo una gran mecenas de las artes y promotora de las "Cortes de amor", que reunían a trovadores y poetas en su corte. Prueba de ello es la orden de construir esta catedral y que dispusiera de una gran vidriera. De allí que ella, como mecenas, aparezca en sus ventanales de colores.

Claro que su importancia política también jugó en contra de este templo. Durante la batalla contra los ingleses, la catedral fue bombardeada y estuvo a punto de destruir el vitral donde aparece Leonor. Los impactos de arma todavía se puede ver en su fachada posterior.

Ciudad universitaria

En su interior, de nuevo, reúna la austeridad. A pesar de sus grandes dimensiones, reina la simpleza de sus bancos, que en realidad son varias sillas dispuestas en la parte central. A los lados, lucen sus paredes casi desnudas. Y en lo más alto un órgano con una potencia tal que es el protagonista de varios conciertos.

Todo ello en una ciudad universitaria vibrante. La Universidad de Poitiers, fundada en 1431, es una de las más antiguas de Francia y cuenta con una comunidad estudiantil de aproximadamente 24.000 alumnos, incluyendo unos 3.000 estudiantes internacionales. 

Parque de Blossac de Poitiers

Parque de Blossac de Poitiers JOAN COLÁS

Zonas verdes y vida cultural

Esta presencia estudiantil le da a la ciudad un ambiente joven y dinámico, con numerosos eventos culturales, festivales y una vida nocturna animada. Muchos de ellos además se les puede ver descansar sobre el cesped y bajo los árboles del parque de Blossac, una impresionante zona verde de nueve hectáreas con unas impresionantes vistas sobre el río.

En cualquier caso, estudiantes, vecinos y visitantes pueden disfrutar de una amplia oferta cultural, desde museos y galerías hasta teatros y conciertos. Además, la ciudad cuenta con numerosos bares, cafeterías y restaurantes que ofrecen una variada gastronomía local e internacional. ¡Ah! Y de un chocolate exquisito.

Un parque de atracciones doble

Y para quien quiera aventuras fuertes, A pocos kilómetros del centro de Poitiers se encuentra Futuroscope, uno de los parques temáticos más innovadores de Europa. Dedicado a la tecnología, la ciencia y el entretenimiento, ofrece una experiencia única con atracciones que combinan efectos especiales, simuladores y proyecciones en 3D y 4D.

Sin contar con su nuevo parque acuático indoor, Aquascope, que permite disfrutar de toboganes, caídas libres y piscinas del futuro incluso en invierno y días de lluvia. Una experiencia particular que promete emociones fuertes